10.5.05

Destino

Bendito el destino que ha llevado mis pasos hacia los tuyos,
donde mi cuerpo se ha sentido libre al regocijarse,
me he extasiado en el laberinto de tu boca
y con el manantial que emanas.

Mi destino se paró frente al tuyo y
se aferra a guarecerse en tus resquicios,
quiero que tus ojos se pierdan en mí,
que tus manos recorran mis valles y montes,
que el agua de mí vientre sea tu elixir.

No quiero más destinos en mi camino,
salvo éste que me ha llevado a tus brazos,
a la magia de tu encanto,
no quiero otro destino,
sino éste que me entrevera a tu piel y
se enlaza a tu mirada,
si hubiesen otros,
tendrías que estar en cada uno de ellos
para sentirme amada,
para sentirme la mujer que has despertado,
la mujer que te quiere en su camino.

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