24.9.08

Un Te Quiero Callado


El mar se ha vuelto lluvia
y se ha desgranado pasando
por el día
y voy recordando al ver la cortina
de lluvia intensa
que anoche fuiste para mi,
que tus manos fueron
gacelas corriendo por mi cuerpo,
que tus besos como fuego se fueron
fundiendo al recorrerme,
que tus gemidos fueron
como si gritaras mi nombre,
que la luz de tu habitación
fue el reflector para admirar
tus ojos que se poseían sobre los míos
a veces calmos a veces salvajes.
Y tras sentir toda esa marejada de
sensaciones al unísono,
tras sentir la humedad de
nuestros sexos,
de nuestra piel que exhalaba
nuestro deseo,
de nuestras bocas
que nos comían a bocanadas,
de las llamas intensas que nos quemaban,
quise gritarte
Te Quiero
por primera vez,
pero acalle la voz
contra tu cuello y te besé
una y mil veces
y en cada beso iba un
Te Quiero impaciente,
un Te Quiero silente.
Perdona si no lo dije,
perdona si lo poso ahora en mis labios,
perdona que haya recordado
que tus manos fueron
gacela sobre mi cuerpo,
perdona si eres lluvia fresca,
recuerdo nuevo,
ilusiones que despiertan,
otoño que apenas me abraza.



9.9.08

Un Mismo Amanecer


Hoy te escuché despertar,
alcanzó el alba a tus ojos
semicerrados y
a bocanadas entró por tu boca
el nuevo día.


Desesperaste entre los pliegues
de la sábana queriendo ahuyentar
los primeros minutos
que despacito y quedamente te
decían: ya es hora.


Entre quejiditos perezosos
te vi amanecer y disfrutarte
con los primeros rayos
de mi día que también despertaba.

Perdona Si Te Miro Insistente


Perdona si te miro insistente,
si bajo de repente la mirada
y luego te busco nuevamente,
es que quiero grabarte palmo
a palmo en mi mente
y que tu imagen sea mi refugio
cuando estés ausente.

Perdona si mi mirada persigue
el movimiento de tu boca,
y si sueño con delinear tus labios
con mi dedos,
perdona si cuento los lunares
o si apenas descubro
el hoyuelo que hacen tus sonrisas.

Perdona si me abstraigo al verte,
no quiero ofenderte con mi mirada
que vaga en ti insistente,
sólo quiero guardarte celosamente
como una pintura mia,
recurrir a tu recuerdo
cuando duermo placidamente
o cuando tal vez camine como un
total errante.
Perdona si te miro insistente.