29.12.09

Dos Meses


Seguro ya duermes o semiduermes. Afuera llovizna, lo sabes o lo intuyes, esa humedad pertinaz no podría ser otra cosa.


Hoy hace dos meses que te conozco, y al igual que tu me siento como si hubiera pasado más tiempo, sin embargo sabemos que no es así, apenas son dos meses, mismos que se han escurrido como esa agua que cae de los techados.


Hoy hace dos meses que te conozco y cuando te observo muchas veces pienso en que me parece increíble que estés a mi lado, no sé por qué me da esa sensación de incredulidad, será que muchas veces uno piensa que las personas son inalcanzables? Puede ser.


Hoy hace dos meses que te conozco, y me siento feliz a tu lado, verte charlar tan seriamente sobre lo que te preocupa, tus planes, verte reir a carcajadas por mis bromas o cuando simplemente estás en la cama y te miro cuando voy a salir de la recamara o al entrar y te ves tan bellamente recostada, con esos ojos que lo llenan todo, me descubren toda y creo que me hablan en silencio. Adoro tu carita, adoro tus ojos, el color de ellos y tus labios que muchas veces me transportan a otros paisajes.


Hoy hace dos meses que te conozco y parece que llevamos mucho más, será por la conexión que hemos sentido? Será porque el destino nos abrió y nos envolvimos mutuamente y ahora tú estás en mí y yo en ti? Será porque necesitábamos abrazarnos en otro cuerpo y vernos reflejadas? Serán tantas cosas... un amoldaje de nuestras vidas.


Cualquier cosa que haya sido, cualquier cosa que haya confabulado para que estemos juntas, cualquier cosa del destino que haya marcado el habernos conocido me pone feliz porque estas a mi lado.


Gracias por estos dos meses,

14.12.09

El amor...

El amor despliega sus alas por nuevos caminos... tu a mi lado...

9.12.09

Desnuda


Te llevaste tus ojos, tu boca,

me dejaste la desnudez abrazada en toda mi piel.

No supe


No supe si dormí arrullada por el vaiven furioso del mar o por la tranquilidad que sabia me despertaria al día siguiente...

8.12.09

Fuiste Sólo Tú

No es lo que vio mis ojos ante el cielo despejado.
No es lo que escuchó mis oídos ante el mar que se debatía
entre una ola y otra.
No fue la cama cubierta de azul iluminada por
las velas que encendiste, pacientemente, una a una.

Fue la sencillez con la que me hablaba tu boca.
Fue tu mirada que se maravillaba al contemplarlo todo.
Fue la honestidad de tu corazón que se abrió
como ese segundo amanecer que nos encontró
por la ventana.