27.8.08


Cántame en los labios,
el verbo de la entrega,
sutil encuentro de cuerpos
anochecidos.

Apareces de pronto revoloteando
ante mi puerta,
cristalino tu reflejo
y bailoteas en notas de música,
nada te turba,
ni la hechizante luna que asoma,
ni el rayo que centellea
en lo alto.

Adormecido quedas con tus alas
desplegadas de par en par,
tranquilo duermes y apenas
te despeina la leve brisa que
sale de mi aliento.

13.8.08

Felicidades Donde Quiera Que Estés

No te he olvidado, te evoco cada día, y tiendo a buscarte por el camino donde nos encontrábamos, a cualquier hora trato de encontrarte sin respuesta alguna.

Te evoco hoy, esta noche en que no hay luna, y que una pertinaz lluvia me acompaña al otro lado de la ventana, donde el resuello del agua que va corriendo deja una estela de espejo, trayéndome la nostalgia de no ver tu reflejo en ella.


Me ha dejado tu ausencia un hueco en el corazón, a cada paso que doy siento que me haces falta, siempre algo me recuerda a ti, cuando escucho las mismas palabras que usabas en otros labios y también porque esos árboles que te comenté algunas veces, siguen incansables danzando con el viento, meciendo tu nombre una y otra vez, los veo y creo verte a través de sus hojas.

Y así, en esta evocación de un sueño que tuvimos, te pienso, y me refugio en lo vivido, en que será tu cumpleaños, y no sé dónde estás... si ya has partido, sé que estarás en un lugar mucho mejor y más bello que este... espero también algún día poder verte allá, compartir el tiempo que no tuvimos, dejarte mis palabras al oído, mis poemas que hilvané para ti y darte todos los abrazos, besos que no te entregué aquí.

¡Hasta Pronto!

TA,

12.8.08

Eco


No hay eco a mis palabras, salen ellas disparadas y chocan ante una verdad silenciosa, calcitrante, que siempre está viva y palpitante. Y mis palabras siguen fluyendo como ríos caudalosos, buscando humedecer, remover las paredes que se han recubierto de peñascos sólidos e inquebrantables, amasaje que ha hecho el tiempo inexorable.


Tu eco se ha quedado enmedio de esas fortificadas paredes, impenetrables escudos que no se atreven a agrietarse, que temen dejar entrar el viento fresco que trae consigo la palabra, déjalas que hagan remolino dentro y salga por fin el eco de tu voz.

11.8.08

Sello a los Labios


Sello a los labios
su palpitar envolvente
y el carmín que colorea
el beso que duerme
bajo sábanas blancas
que rozan y buscan
tímidos encuentros.
Sello a los labios
a que sean esclavos
de no decir palabra alguna
y que oscurezca en sus orillas
el amor incipiente que
haces que se cuele en mis adentros.
Sello a los labios
de mecerlos en la tersura
de tu cuerpo,
de sentir el gozo que despierta
por el aroma de tu piel.
Sello a los labios
a la travesía de recorrerte
palmo a palmo,
de refugiar mi boca en tu cálido
beso que me lleva a lugares distintos
y nuevos.
Los sello y los llevo a dormir
tal vez en otro tiempo vuelvan a latir.