20.1.10

Memoria


Las pocas horas en que me abrazaron las sábanas se volvieron agua y desperté con la imagen de ti, de tu cuerpo en mi mente.


El deseo minó mi cuerpo en esas pocas horas de sueño y estalló en ráfagas ante mis ojos llenándose de las ganas de seguir besando, acariciando tu cuerpo como anoche donde me perdí ante ti y las horas incipientes del nuevo día se abrieron conmigo a la par y exhalé la memoria de tus caricias que de golpe me llegaron una y otra vez.

Liberé toda la excitación que me dejaste y me volví quejidos aquietados, llamaradas, erupciones que me envolvieron como anoche entre tus brazos.

Inicié el día con las memorias de anoche y con el deseo que aún sigue presente en mi cuerpo, un cuerpo que sigue vibrando aún después de horas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quien será aquel que te llena de inspiración para escribir?

La voz dijo...

APLAUSO Y DE PIE . TODO.