Apago la luz ahora que el insomnio se esfuma, y después de haber caminado bajo una hermosa luna llena.
La noche ha estado tan apacible y sin viento, hubiera adorado que caminaras por estas calles iluminadas por faroles y donde las sombras de las hojas de los árboles se plasman en el suelo, está fresco apesar de ser invierno, para tí estoy segura sería el clima ideal; en estos segundos que faltan para dormir te cuento que:
Al caminar por estas calles me dieron ganas de confesarme y decirte aunque no estés, que jamás ha pasado esta necesidad que siento por ti, que no disminuye el amor, sino que es todo lo contrario, aumenta y siento como me inflama por dentro...
Te confieso que te he deseado calladamente y a grito abierto, que he visto mis manos moverse tratando de buscar tu cuerpo y a la ves delinearlo con mis dedos, que he sentido tus caricias y tu boca sobre la mía, bebiéndonos, saboreándonos, fundiéndonos en un infinito beso...
Confesarte que eres el agua que me baña, la sangre que corre por mis venas, el rocío de mi sexo, el mejor nombre en mis labios.
Que muchas veces al decirte te amo me parecen unas palabras tan cortas e insignificantes para todo lo que encierra mi amor por ti...
Caminar por las calles iluminadas por esta luna, noche apacible que invita a confesar y a sentir como el hilo del amor y la pasión nos mantiene, que tu presencia se siente a mi alrededor, que caminaste conmigo y me escuchaste y a pesar de lo corto que suena volver a decirte:
Te Amo, siempre te he amado.
2 comentarios:
Desear calladamente y gritando es "querer" que la luna refleje y proyecte siempre el amor que tienes guardado...
Un beso y mil más...
lo mejor del deseo, es el amor.
le da una fuerza descomunal...
Publicar un comentario